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ENSEÑANZA DEL MES: DEPENDE DEL CRISTAL CON QUE LO MIRAS
¿Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, creciendo en el conocimiento de Dios.
Colosenses 1:10.
¿Cómo percibes tu situación actual?
La respuesta depende solo de ti y del lente con la que veas las cosas que ocurren en tu vida.
Un hombre se acercó a una construcción de un enorme edificio. Observó con creciente interés la magnífica obra.
Entonces decidió ver las cosas desde la perspectiva de otros. Decidió preguntarle a un obrero: "¿Qué estás haciendo aquí?"
Quedó sorprendido cuando recibió como respuesta una serie de palabras duras: "¿estás ciego? Aquí picamos piedras como unos miserables y ni siquiera recibimos reconocimiento. Fíjese: hasta en el cartel del frete están los nombres de los ingenieros y arquitectos, pero no el de quienes hacemos el trabajo duro.
Parecemos esclavos por un sueldo de hambre".
El hombre sintió que su interés crecía y trató de buscar otra respuesta.
Entonces vio a otro obrero, al cual le hizo la misma pregunta: "¿Qué estás haciendo aquí?" "estoy picando piedra –respondió el trabajador. Mucho trabajo y poca paga… ¡qué le vamos a hacer! ¡Hay que llevar el pan a casa!"
Se acercó entonces a un tercer obrero a quien también le hizo la misma pregunta: "¿Qué estás haciendo aquí?" en el rostro del obrero se dibujó una gran sonrisa y, con gran entusiasmo, respondió:
"Estamos levantando un hospital, el más hermoso del mundo. En el futuro todos lo admirarán.
Dios auxiliará a los enfermos a través de este edificio. Quizá Yo no lo voy a ver terminado, pero quiero ser parte de esta aventura".
¿Cuál era la diferencia? Era el mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma vida.
La diferencia es que cada uno decidía como enfrentaba y vivía las circunstancias.
El primer obrero era un esclavo porque así lo había decidido.
El segundo era un resignado conformista, también lo había decidido así.
Pero el tercero era un visionario porque el lo decidió así.
¿Cuál de estas tres visiones te representa a ti?
La Palabra del Señor nos invita a andar como es digno: mirando al futuro, observando el horizonte con optimismo, soñando con el mañana, sabiendo que un mundo mejor nos espera.
¿Es verdad Qué todo tiene un para qué?
¿Que nada es fácil?
Todo ello es muy cierto. Pero, ¿de quién depende la perspectiva que adoptemos?
¡De mí y de ti! De nadie más.
Que el Señor pueda ampliar nuestra visión es mi oración de hoy.
